LAS RAZONES DE QUE  EL MAR MENOR ESTÉ EN PELIGRO.

El pasado 1 de agosto, se publicó en el Boletín Oficial de la Región de Murcia la Ley 3/2020, de 27 de julio, de recuperación y protección del Mar Menor, sobre la que volveremos a comentar, si bien en esta ocasión y aprovechando las lustrosas exposiciones de motivos que últimamente se publican, vamos a referirnos a los motivos que conforman la verdad oficial del porqué del estado actual del Mar Menor, conforme refiere la exposición de motivos de la Ley.

La referencia al estado del Mar Menor se explica por medio del informe elaborado por el Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor fechado 13 de febrero de 2017.

El informe referido ya aparece mencionado en la exposición de motivos del Decreto-Ley nº. 1/2017, de 4 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad ambiental en el entorno del Mar Menor, es decir, que el asunto en cuestión es conocido desde hace tiempo.

La lista de impactos negativos, de forma resumida, es la siguiente:

  1. A partir de los años 60, se inició en el entorno del Mar Menor una profunda transformación urbanizadora-turística, que amplió muy considerablemente la zona ocupada en el área litoral en torno al Mar Menor, reduciendo la capacidad natural de retención de aguas y sedimentos.
  2. Asociadas al desarrollo turístico, han aparecido otras transformaciones inducidas por obras costeras, tales como relleno de terrenos ganados al mar, apertura y dragado de canales en La Manga, crecimiento urbano y vertidos asociados, construcción de puertos deportivos, creación de playas artificiales, etc.
  3. Las actividades náuticas asociadas al sector turístico representan un riesgo para los hábitats lagunares por contaminación por hidrocarburos y otros compuestos.
  4. Derivados de las antiguas explotaciones mineras en la Sierra de Cartagena-La Unión, los residuos con contenido de metales pesados llegan al Mar Menor por la escorrentía y el lixiviado, a través de los sistemas de drenaje, principalmente a través de la Rambla del Beal.

Sin embargo parece que los cuatro factores anteriores no son decantadores, ni generadores de la situación en 2017, porque el siguiente impacto viene con acusación implícita de ser el provocador de la situación:

  • La grave crisis ambiental del Mar Menor está provocada, como han señalado diversos estudios e informes científicos (entre otros, el del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor), por la histórica entrada de contaminantes (principalmente, nitratos, fosfatos, pero también metales procedentes de los arrastres de estériles de la minería) generados por diversas actividades, públicas y privadas, desarrolladas en su cuenca vertiente.

Añade el informe, conforme refiere la exposición de motivos, la intensificación del uso de aguas subterráneas tras su previa desalobración, recursos procedentes de la desalación marina, la expansión del regadío entre 1988 y 2009, y otros contaminantes emergentes como plaguicidas, antibióticos y otros medicamentos, así como residuos de explotaciones ganaderas.

Continúa indicando que es el exceso de nutrientes lo que ocasiona la sustitución de las algas que inicialmente había en el Mar Menor en los años 60, por macroalgas, que finalmente dan paso a fitoplancton, que sombrean el fondo y limitan el crecimiento de la vegetación sumergida. De esta forma se explica qué es tras el dragado y ensanchado del canal del Estacio en 1973 que las macroalgas comienzan a colonizar el Mar Menor, para a partir de principios de los años 90 generar el fenómeno de las medusas, como resultado del exceso de nutriente en las aguas.

Explica también la exposición de motivos cómo en la primavera del año 16 hubo un grave estallido de nutrientes en las aguas que provocó un crecimiento explosivo de algas unicelulares que tiñeron el agua de color verdoso, impidiendo el paso de la luz y provocando la pérdida del 85% de las praderas.

A lo anterior se añade otro impacto:

  • Un flujo especialmente relevante tiene lugar de forma directa durante los episodios de lluvias intensas, en las que una carga elevada de nutrientes, sedimentos y residuos, son arrastrados y entran directamente al Mar Menor con los grandes caudales de avenida.

Añaden a las anteriores las conclusiones de la Resolución de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental de 4 de septiembre de 2019 (BOE núm. 232, de 26 de septiembre), que resumidamente viene a decir:

  • Se identifica un grado de eutrofia en la laguna tal que afecta significativamente tanto a la calidad del agua como al ecosistema asociado, cuyo origen está en la llegada de aguas tanto superficiales como subterráneas contaminadas por la actividad agrícola y ganadera, fundamentalmente.
  • Los vertidos procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales, que en determinados episodios pueden aportar contaminantes al Mar Menor.
  • La escorrentía o infiltración en el terreno de aguas procedentes de antiguas zonas mineras no restauradas provocan la llegada de sedimentos y metales pesados a la laguna.
  • Los usos productivos o turísticos de la propia laguna, que pueden dar lugar a vertidos incontrolados o afectar a las condiciones hidromorfológicas de la laguna debido a las infraestructuras asociadas.

Es altamente intranquilizador que la Resolución referida estime que el acuífero Cuaternario tiene acumuladas 300.000 toneladas de nitratos, y que es preciso actuar sobre el acuífero para “mejorar la situación actual de la laguna del Mar Menor a medio plazo”.

La pretensión de la Ley es que “el Mar Menor, como ecosistema natural, recupere y mantenga un buen estado ambiental.”

Con este análisis inicial de los impactos que gestionar, queda claro que no va  a ser fácil, ni barato, ni rápido, lo que no quiere decir que no merezca la pena.

LAS RAZONES DE QUE EL MAR MENOR ESTÉ EN PELIGRO.

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